La organización planifica, implementa y controla todas las operaciones necesarias del SGSI mediante procesos documentados, criterios de aceptación claros y controles del Anexo A plenamente integrados. Cada actividad operativa se ejecuta conforme a procedimientos aprobados, se monitoriza con métricas definidas y se ajusta a través de un flujo de gestión de cambios que incluye evaluación de riesgos previa y verificación posterior. Los registros generados demuestran la ejecución eficaz de los controles, la gestión oportuna de incidentes y la mejora continua del sistema.
Planificación y Control Operacional
La organización planifica, implementa y controla los procesos operativos necesarios para cumplir con los requisitos del SGSI, asegurando que las actividades se ejecuten bajo condiciones controladas que minimicen los riesgos de seguridad de la información.
Se establecen procedimientos claros para la planificación y control de las operaciones que impactan la seguridad de la información.
Se definen criterios y controles específicos para cada proceso, alineados con los riesgos identificados y los objetivos del SGSI.
Se asignan responsabilidades y recursos necesarios para la ejecución segura de las actividades.
Se implementa un sistema de monitoreo y medición para evaluar la eficacia del control operacional.
Se registran y analizan desviaciones para tomar acciones correctivas inmediatas y evitar recurrencias.
La planificación y control operacional son esenciales para garantizar que todas las actividades del SGSI se ejecuten de manera consistente, controlada y alineada con los objetivos de seguridad de la información. Este enfoque sistemático permite anticipar riesgos, establecer controles apropiados y mantener la eficacia del sistema a lo largo del tiempo.
Mediante la implementación de procedimientos operativos documentados, establecimiento de criterios de control específicos, asignación clara de responsabilidades, monitoreo continuo de las actividades y análisis sistemático de desviaciones para la mejora continua.
Los propietarios de procesos son responsables de la planificación y control operacional de sus respectivas áreas, mientras que el responsable del SGSI supervisa la implementación coordinada de todos los controles operacionales. La alta dirección asegura la disponibilidad de recursos para la ejecución efectiva de las actividades planificadas.