La organización dispone de todos los elementos de apoyo necesarios para garantizar la eficacia del SGSI: asigna recursos adecuados y oportunos, asegura la competencia y la toma de conciencia del personal, mantiene canales de comunicación internos y externos claros y seguros, y controla rigurosamente la información documentada. Estos mecanismos de apoyo se revisan y mejoran de forma continua, permitiendo que cada proceso de seguridad de la información funcione con solvencia y alineación plena con los objetivos estratégicos de la organización.
Competencia
La organización garantiza que todo el personal que influye en el desempeño del SGSI posee la competencia necesaria —basada en educación, formación y experiencia— para cumplir eficazmente sus responsabilidades de seguridad de la información.
Se definen los perfiles de competencia para cada rol relevante del SGSI y se comparan con las capacidades actuales del personal.
Se ejecuta un programa anual de capacitación y concienciación que cubre requisitos normativos, mejores prácticas y procedimientos internos.
Todo nuevo colaborador pasa por un proceso de inducción que incluye formación específica en seguridad de la información y firma de compromisos correspondientes.
Se mantiene un registro actualizado de cursos, certificaciones y evaluaciones de desempeño relacionados con la seguridad.
Se revisan periódicamente las competencias y se planifican acciones correctivas (formación adicional o reasignación de funciones) cuando se detectan brechas.
La competencia del personal es un pilar fundamental para el éxito del SGSI. La organización garantiza que todas las personas que realizan trabajos que afectan el desempeño del sistema cuenten con la educación, formación y experiencia necesarias para cumplir con sus responsabilidades.
Mediante la definición de perfiles de competencia, ejecución de programas anuales de capacitación, procesos de inducción para nuevo personal y revisión periódica de competencias para identificar y corregir brechas.
El responsable del SGSI es responsable de coordinar el programa de competencias, mientras que los jefes de área son responsables de identificar las necesidades de formación de su personal. La alta dirección aprueba los recursos necesarios para el desarrollo de competencias.